Me da absolutamente igual
recorrerme cientos, miles o millones de kilómetros por ti,
porque yo soy de esas personas que luchan por lo que quieren
y no se dan por vencido fácilmente.
Y quizá lo más duro en mi caso son las despedida.
Cuando ves pasar todo un finde por delante
y recuerdas todos y cada uno de los momentos que has pasado junto a esa persona,
todas aquellas risas a su lado, las sonrisas que lograste sacarle
y lo bien que te lo pasaste con él.
No sabes cuando os volveréis a ver
pero cuando lo hagáis os daréis un abrazo equivalente
a todas las veces que no habéis podido hacerlo.
Pero al fin cabo unos cuantos kilómetros de más que de menos
no impiden que dos personas se amen ya que según la RAE
la distancia es el espacio que existe entre dos puntos
pero cariño, la distancia no va a impedir que te ame como ya te amo.
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